martes, 2 de septiembre de 2008

Pasen, ésta es su casa...

Bueno, soy el colmo. Un mes y nada de reportarme. Igual me vale pepino, pues ni en mi casa estoy... pero curioseando en mi cámara, me encontré unas fotos de mi "jom-suit-jom". Permítanme sus abrigos, les voy a dar un pequeño tour.




Esta es la vista de mi sala y comedor entrando desde la calle, a su derecha hay unas escaleras (no sé si se aprecian, porque yo nomás veo un código enorme en mi pantalla), al fondo está un jardincito dónde Maximus Perrus solía estar... snif...




Otra vista fenomenal (jojo) de mi sala, la cual casi siempre está así, porque ni el flaco ni yo estamos mucho en la casa. En donde sí solemos coincidir es en éste lugar:



Sí, señoras y señores. Este es el salón de actos. Espectacular lugar en donde se realizan las acrobacias y números circenses más escalofriantes que el ojo humano haya contemplado jamás. Ash... ok, es mi recámara, simplemente.


Uno de los lugares que no evito (porque soy una persona valerosa y con capacidades que el grueso de la población mundial no tiene) es la cocina. Me he dado a la tarea de dominarla, subyugarla, domesticarla, hacerle entender quién tiene el control. Ya entendí que de momento ella gana... ¡Pero algún día venceré! Y para muestra, varios botones:



No son mojoncitos de perro... ¡Son galletas de chocolate!


Este fue un regalo de mi madre. A veces no comprendo su sentido del humor.


Y ya... me cansé. Extraño mi casa.